Roma, 25 dic (PL) El papa Francisco hizo hoy un vehemente pedido a favor de la paz en todo el mundo, en especial para los hombres, mujeres y niños que sufren situaciones de guerra y otros conflictos violentos.
En su tradicional mensaje de Navidad, ante miles de feligreses congregados en la Plaza de San Pedro, previo a la bendición «Urbi et Orbi» (a Roma y al mundo), el Sumo Pontífice se refirió a casos específicos en diferentes latitudes.
Paz -dijo- para la martirizada Siria donde se ha derramado demasiada sangre. Paz, añadió, para las mujeres y hombres de la amada Tierra Santa, elegida y predilecta de Dios, que los israelíes y los palestinos tengan la valentía y la determinación de escribir una nueva página en la historia, en la que el odio y la venganza cedan el lugar a la voluntad de construir conjuntamente un futuro de recíproca compresión y armonía.
«Pedimos concordia para el querido pueblo colombiano que desea cumplir un nuevo y valiente camino de diálogo y reconciliación. (Que) dicha valentía anime también la amada Venezuela para dar los pasos necesarios con vistas a poner fin a las tensiones actuales y edificar conjuntamente un futuro de esperanza para la población entera», indicó.
Francisco invocó la paz para que puedan recobrar unidad y concordia Iraq, Libia y Yemen, donde las poblaciones sufren la guerra y brutales acciones terroristas. Para «varias regiones de África particularmente Nigeria, donde el terrorismo fundamentalista explota también a los niños para perpetuar el horror y la muerte», además de Sudán del Sur y la República Democrática del Congo.
El Papa extendió su deseo de paz a Ucrania oriental, Myammar, la península coreana, así como a las víctimas del terrorismo, a los excluidos y abandonados, a los emigrantes y refugiados y a «los pueblos que sufren por las ambiciones económicas de unos pocos y la avaricia del Dios dinero que lleva a la esclavitud«.
A los niños, «sobre todo a los privados de la alegría de la infancia a causa del hambre, de las guerras y del egoísmo de los adultos», subrayó.
Paz sobre la tierra -manifestó- para los hombres de buena voluntad que cada día trabajan con discreción y paciencia, en la familia y en la sociedad, para construir un mundo más humano y más justo, convencidos de que sólo con la paz es posible un futuro más próspero para todos.